1790.- De vuelta. (17 abr 2024)


Cualquier actividad que realicemos
como personas,
incrementa necesariamente
la ilusión de serlo.

Sin embargo, la introspección, la rendición
o permanecer en el yo soy en meditación
o durante nuestras tareas cotidianas.

Sí puede llevarnos al borde mismo
del pensamiento,
permitiéndonos así reconocer
nuestra naturaleza verdadera.

Algo inimaginable conceptualmente
desde el pensamiento mismo.

El instante sin pensamientos del satori
es realmente ver desde dentro
de nuestra verdadera naturaleza original.

Y disipa de golpe cualquier duda,
al constituir lo que conocemos
como no dualidad.

De vuelta en el mundo ilusorio
de la vida cotidiana,
ya no se produce la identificación
con nuestro personaje,
su karma o su historia

Ni con la interpretación automática
que a tenor de los contenidos del pensamiento conceptual
nos movía de la emoción y la acción.

La vida se vive a sí misma y nos contiene,
mientras la percepción
se despliega espontáneamente.

1789.- Otro mundo. (15 abr 2024)


Todas las cosas son transitorias y vacías
aquí mismo donde ahora vivimos,
aunque a algunas las tratemos
como si fueran a durar para siempre
y olvidemos que todo es pasajero.

No hay ningún otro mundo para nosotros,
fuera de este donde vivimos.

Nuestros pensamientos lo transformaron
en una historia ilusoria
y despertar a nuestra verdadera naturaleza
y desidentificarnos del personaje
que creemos ser,
le devuelve la sencillez y espontaneidad,
que es la forma de su esencia vacía.

1788.- Detener. (13 abr 2024)


Intentar detener
los pensamientos,
es inútil.

Lo único que podemos hacer
es no involucrarnos en ellos.

Al principio es imposible,
porque tienen toda nuestra atención
y reclaman todo nuestro interés.

Ya que nuestra vida
está centrada
en procurar la supervivencia,
beneficio y progreso
de nuestra persona.

Y el cuidado de todo
lo que consideramos
querido o nuestro.

Pero tras el satori,
o a fuerza de intentarlo,
bien sea mediante la comprensión,
con la meditación, la introspección,
la devoción o incluso
la permanencia intencionada
en el yo soy desnudo.

Nuestro interés cambia de las cosas,
las personas y los estímulos
del mundo externo,
a la paz del mundo interior.

Así llega un día,
en que los pensamientos y los conceptos
ya no nos interesan más,
porque la mente original ha
tomado el mando
y la vida se desarrolla por sí sola
en perfecto gozo y paz.

La atención se retira entonces
espontáneamente del pensamiento
y queda en libertad,
al haber perdido todo interés
en el mundo ilusorio de la historia personal
que trenzaba el pensamiento
conceptual dualista.

Pero esto no anula nuestra
capacidad intelectual,
sino que la incrementa
al servicio de la intuición,
pudiendo resolver al instante
cualquier situación que le competa.

1787.- Rara vez. (11 abr 2024)


Nuestra atención está
permanentemente pendiente
de los contenidos
del pensamiento conceptual.

Que ha creado una interpretación
propia de la realidad,
a base de conceptos que representan
los objetos y formas conocidos.

Relacionándolos e interpretándolos
de manera siempre
interesada y personal.

Cuando recuperaremos la atención
de allí donde se encuentra,
la mente regresa de inmediato
a su funcionamiento original.

Pero cada vez que esto sucede,
nos aburrimos por falta de estímulos
y volvemos de inmediato
a seguir los pensamientos, los sentimientos
y emociones que nos producen
y que nos llevan a la acción.

Llenando con todo ello
nuestras vidas de nuevo,
para nuestro entretenimiento.

Rara vez alguien quiere salir
de esa ensoñación,
pero todo el que lo intenta de corazón,
acaba experimentado la liberación.

1786.- Alimentar. (9 abr 2024)


Las enseñanzas son solo para suavizar
el karma de la persona que somos
dentro del pensamiento conceptual,
 donde la atención sigue atrapada.

Se espera así que atisbemos la salida,
aunque esta no puede ser otra
que el reconocimiento
de nuestra verdadera naturaleza no dual.

Para ello no tenemos más remedio
que retirarles la atención y el interés
a los pensamientos y optar,
según sintamos más o menos afinidad,
por entregar nuestra vida
de golpe al devenir,
por recuperar la atención
y depositarla en el yo soy desnudo,
dejando a la vida hacer,
o por averiguar qué somos en realidad
mediante la introspección.

Alimentar los pensamientos
con nuestra atención,
aprendiendo, practicando o cambiando,
solo prolonga la insatisfacción
que únicamente cederá saliendo de allí
para poder reconocer
lo que verdaderamente somos
y regresar emtonces al mundo
solo para disfrutar.

1785.- Lo que somos. (7 abr 2024)


Ya somos lo que somos,
pero estamos solo pendientes
de los contenidos
del pensamiento conceptual,
identificados erróneamente
con el personaje que los experimenta.

Si recuperamos la atención
de allí donde esté enfocada,
inmediatamente recuperamos también
el funcionamiento original de la mente
y accedemos a la iluminación suprema.

Toda enseñanza verdadera
debería señalar nuestra naturaleza real,
pero no enseñar nada,
ya que nada hay que añadir
a lo que ya somos,
ni que deba desviarnos del único objetivo
de reconocerlo por nosotros mismos.

Toda práctica verdadera
debería ir enfocada a recuperar
el control sobre la atención,
pero solo si fuera necesario,
para poderla retirar
del pensamiento conceptual
y darnos cuenta así
de que todos sus contenidos
son ilusorios y de que no somos
la persona que creíamos ser.

Creer que tenemos que hacer algo
para ser lo que ya somos,
es un pensamiento más
que debe ser tenido por lo que es,
una mera ilusión.

1784.- Maestro. (5 abr 2024)


Si yo fuera un maestro reconocido
y te dijera que restases importancia
a los pensamientos y recogieras
tu atención de allí donde
se encuentre enfocada.

Para depositarla en tu yo soy desnudo,
y permaneciendo así dejaras que la vida
se desarrollara a su aire ante ti.

En vez de tener que decidir constantemente
cómo actuar para sobrevivir y prosperar.

Si tú me creyeras y confiando en mi consejo
lo llevarás a cabo de todo corazón.

El sufrimiento habría terminado,
la muerte ya no llegaría jamás
y estarías sentado junto a mi
y junto a todos los que reconocieron también
su verdadera naturaleza y se abandonaron
al gozo de experimentar
la existencia sin más,
en toda su plenitud desde la mente original.

Pero yo no soy maestro de nadie,
solo me expreso libremente
y comparto mi experiencia.

Como también me pasó a mi,
asumo que los hábitos que nos llevan
a seguir los dictados de los pensamientos,
no son fáciles de revertir,
aunque mi mensaje es que sí es posible
y cualquiera puede hacerlo
si insiste lo suficiente en ello.

1783.- Nada ni nadie. (3 abr 2024)


Por qué se dice que en realidad
no hay nada ni nadie
y que todo es una ilusión?

No hay nada,
en el sentido de que la multiplicidad
de formas y objetos que percibimos,
son fruto de la discriminación
y conceptualización
que hace el intelecto.

Pero en realidad no hay dualidad,
sino una misma esencia
compartida por todos,
que llamamos mente única,
vacío, dios o no dualidad.

No hay nadie,
en el sentido de que la persona
que lleva nuestro nombre
y nuestra historia personal
en un cuerpo que va a morir,
es una ilusión
del pensamiento conceptual,
con la que erróneamente
nos identificamos.

Ya que nuestra verdadera esencia
es la misma que la del resto
de formas aparentes de la existencia.

Lo cual no quiere decir
que no conservemos la individualidad
del yo soy desnudo de características
de cada cual,
a la hora de experimentar en el mundo,
aunque en esencia todo sea
una única no dualidad.

No necesitamos desaparecer en el vacío,
ni evitar las experiencias de la vida,
tan solo con desidentificarnos
de la persona que creemos ser,
recuperamos el funcionamiento
espontáneo original de la mente,
el sufrimiento y el miedo cesan.

Y la vida se transforma
en el maravilloso gozo
de vivir en plenitud.

Enredarnos entre los conceptos,
para decidir llamar a esto algo,
nadie, vacío o dios,
es irrelevante cuando solo tenemos
que vivirlo.

1782.- Decisiones. (1 abr 2024)


Cómo podemos dejar
que la vida siga su curso,
en vez de decidir y actuar
continuamente nosotros
como persona?

Cómo esclarecer la confusión
entre la necesidad de hacer
cosas como persona,
y dejar a la vida actuar
sin entrometernos
con decisiones y actuaciones
de esta misma persona?

No hay que cambiar nada,
todo sigue igual,
solo que si nos identificamos
con la persona,
creemos que algunas cosas
las decidimos y hacemos
nosotros y otras no.

 Cuando nos desidentificamos
de la persona,
las decisiones de la persona
se suman
a las que la persona no tomaba
y nos damos cuenta
de que siempre fue así.

Una parte de todo lo que sucede
nos lo atribuimos como persona
y otra no,
cuando en realidad
todas las decisiones son ajenas.

Por eso,
despertar a lo que realmente somos
es una revolución,
y en vez de experimentar
como propias las situaciones
que la persona atraviesa,
en nuestra mente original
siempre hay dicha,
gozo y paz mientras la vida
se va desenvolviendo por sí misma.

Si en vez de creer ser una persona,
creyéramos ser las nubes,
también creeríamos
que cubrimos la luz del sol
o que somos nosotros
los que llovemos,
cuando en realidad
nadie mueve las nubes
y nadie llueve.

Lo mismo ocurre con la persona,
que es una forma ilusoria más
del pensamiento conceptual
adherida al cuerpo,
cuyas decisiones, acciones,
nacimiento, vida y muerte,
nos atribuimos erróneamente,
atravesando el karma
que suponen las consecuencias
de sus acciones y reacciones.

Al reconocer que no somos
la persona en el cuerpo
y que nuestra verdadera
naturaleza es otra,
solo nos queda el gozo
inherente a la no dualidad,

Aunque las montañas,
los ríos, la lluvia
y todo lo demás siga allí,
experimentado sin
restricciones ni miedo.

1781.- Aquí.


En realidad,
nuestra mente original
está siempre aquí.

Y la vida se desenvuelve
por sí misma
siempre también.

Pero como nos empeñamos
en entregar nuestra atención
a los contenidos
del pensamiento conceptual.

Solo somos conscientes
de la historia de la persona
que lleva nuestro nombre
y es regida por el karma.

Con la consiguiente
insatisfacción permanente
que eso nos provoca,

En vez de recuperar
la consciencia de nuestra
verdadera naturaleza original
y disfrutar de la vida
en plenitud, dicha y paz.

1780.- En libertad.


Despertar es darse cuenta
de que la atención está atrapada
entre los contenidos
del pensamiento conceptual.

La iluminación suprema
es vivir con ella en libertad.

1779.- Vuelve a encajar.


Todo es lo que es
desde siempre.

Pero nos mantenemos ausentes,
debido a nuestro apego a consumir
los estímulos ilusorios
que nos presenta el pensamiento.

Y al hábito adquirido,
de permanecer
atentos a cada uno
de sus movimientos.

Cuando los pensamientos
dejan de tener la importancia que tienen
para la mayoría de nosotros.

La mente original se hace cargo,
y todo vuelve a encajar
por sí mismo,
siendo lo que es.

1778. Nos devuelve.


Creemos que el reconocimiento
de nuestra verdadera naturaleza,
es lo más elevado que podemos concebir
desde el pensamiento.

Pero en realidad es lo más sencillo,
y está al margen de todas
las categorías conceptuales
que manejamos intelectualmente.

La atención se libera,
y la mente original toma el mando
sin condicionamientos posibles.

Algo que solo puede ser experimentado,
ya que tratar de definirlo,
nos devuelve de inmediato a la dualidad
del pensamiento conceptual ilusorio.

1777.- Nos contiene.


La atención debe permanecer
siempre presente,
pero para ello,
antes hemos de darnos cuenta
de que la realidad dibujada
por los pensamientos
y de la que vivimos pendientes,
para poder manejarla
y prosperar como personas,
es una ilusión.

Eso no significa que no exista,
sino que es una recreación conceptual
que puede ayudarnos a manejar ideas,
profundizar el pensamiento
y referirnos a lo que en ese momento
no está presente,
pero con la que no debemos
identificarnos jamás,
ya que entre las montañas y los ríos,
la vida trascurre serena por sí misma
y nos contiene.

1776.- Lugares distintos.


El pensamiento nos dice
que la tierra pura o el nirvana
son lugares distintos a este,
que si alcanzamos la iluminación
todo va a cambiar
y desaparecerá todo lo que nos molesta
y no nos gusta.

Pero no es así,
si atravesamos la experiencia del despertar
a nuestra verdadera naturaleza original,
solo desaparecerá momentáneamente
nuestra historia, la persona
y todo el montón de conceptos
e interpretaciones que manejamos
en el pensamiento.

Y luego regresará todo a dónde estaba,
solo que ya sabremos lo que somos
y lo que no somos,
y estaremos desindetificados
de los contenidos
del pensamiento conceptual,
pudiendo así dejarnos vivir
en dicha, gozo y paz.

1775.- Dualidad.


Nuestro estado natural original,
que es ya la no dualidad.

Aparece por sí solo,
cuando retiramos la atención
de los contenidos
del pensamiento conceptual.

Que es el único lugar
donde la dualidad opera.